Cuando un compañero de trabajo me dijo que “tiró a la basura” su viejo Mercedes cuando se compró un coche nuevo, un Opel Corsa, casi me dio un infarto. Yo había visto ese coche, y, de hecho, las últimas veces que lo usó incluso me alcanzó a casa en él, porque durante una semana me tocó dejar el mío en el taller y acudir al trabajo en taxi o en autobús. Lo que quiero decir con esto es que, vale, estaba un poco viejo, pero no tanto como para simplemente tirarlo. Sinceramente, teniendo la oportunidad de determinar el precio del coche para poder venderlo, en definitiva tasar el coche, me parece una buena decisión.
Sé de lo que hablo porque mi coche es relativamente nuevo. Es decir, es de segunda mano, pero me lo compré hace solo dos años; y con el otro, que ya tenía siete años a sus espaldas y que no iba del todo bien porque necesitaba reparaciones constantes, me gané un buen dinero solo vendiéndolo. Definitivamente, vender mi coche viejo fue una de las mejores decisiones que he tomado nunca, porque aunque no es que sufra para llegar a fin de mes, sí es verdad que tampoco nado en la abundancia. Con el dinero que gané con esa operación pude incluso permitirme algún que otro capricho.
Creo que mucha gente, como mi compañero, no sabe lo que significa no tener mucho dinero. Yo lo sé bien porque mis padres lo sufrieron durante mucho tiempo y, en parte gracias a mí, salieron adelante. Por eso sé muy bien lo importante que es ahorrar y no desperdiciar algunas cosas, entre ellas la venta de un coche, puesto que nunca se sabe cuándo las cosas te irán peor económicamente y si lamentarás no haberlo hecho en su momento. Espero que a él no le pase, pero yo, por si acaso, tengo guardada la página http://tasaciondecochesya.com. |